Como diría Arjona, “Quiero que me corten la luz, pa’ prender una vela”.
Ajustes prematuros. En ocasiones la vida te sorprende, si dejas de vivir sordo a lo desconocido.
No me gustan las primeras impresiones. Son prostitutas, que se venden a la primera palabra errónea.
Vivimos a prisa. Sin parar demasiado en el detalle y sin prestar interés alguno, o al menos sin lanzarlo desprovisto de expectativas.
Neurosis de contacto fácil y palabras vacías. y yo aquí, pensando con saltar en charcos y llorar a carcajadas.
sin guiones.