Para las que sois madres como yo, quizás estéis de acuerdo en lo que voy a decir.
Ser madre es la cosa mas dura a la que una mujer debe enfrentarse en la vida, dura en el sentido de mantenerse siempre con la atención de si hacemos o no las cosas bien, como deberíamos hacer y decir las cosas, sacar paciencia, controlar ese sentimiento de buena o mala madre.
Duro en el sentido del agotamiento, agotamiento mental y físico, siempre volcadas en sus necesidades, en dedicarles nuestro tiempo, en jugar con ellos, correr detrás de ellos, llevarles en brazos cuando están cansados o necesitan mas amor, que no les falten las atenciones que requieren.
Duro en lo que a tomar decisiones se refiere, que es mejor que no lo es tanto… duro en que lo que a el le afecte o le dañe a ti te mata un poquito por dentro y desearías que te ocurriese a ti mil veces en lugar de a el.
Duro porque como dicen, ser madre es tener tu corazón fuera del pecho en forma de niño, niño que siente, que ríe, que llora, que aprende, que sufre y que a ti solo te queda acompañar y guiar, mientras le das lo mejor de ti, porque no eres perfecta ni lo serás pero lo que das lo haces desde lo mas puro y profundo de tu ser.
“No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser una buena madre”
– Jill Churchill
Ser madre es la tarea mas dura que desempeñarás, pero será lo mejor que puede pasarte en toda tu vida.
